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Hallo!

  • Foto del escritor: Maggie Alvarado Alvarez
    Maggie Alvarado Alvarez
  • 6 oct 2016
  • 6 Min. de lectura

Aquí escribiendo desde el otro lado del charco, más que nada porque me gusta mucho la idea de un blog, compartirles un poquito de lo que es y ha sido mi intercambio en la pequeña ciudad de Hasselt, Bélgica. Como ya saben Monse tiene un blog (me encanta pero no le digan). Y aunque muchos de ustedes no les he dicho, a mí también me gusta escribir. A diferencia de Monse mi llegada a las europas no fue del todo fácil, yo creo que hoy fue el primer día en el que me empezó a caer el 20 de que voy a estar aquí un año. Siento tanta emoción que se me apachurra el estómago, pero eso sí, desde que me subí al avión ya estaba haciendo amigos. Ya reí mucho, ya me perdí, ya lloré, mi horario hasta el día de hoy no está listo, ya hice amigos, ya paseé, ya me robaron el celular, ya me caí, ya comí delicioso, ya aprendí mucho pero más que nada ya me divertí.

La "papás a la francesa" son realmente de Bélgica #funfact

Hasselt Kermis

No sé ni por dónde empezar.

Hasselt es una ciudad muy pequeña con solamente 71,520 habitantes en la parte Flamenca de Bélgica, donde hablan Flamenco (holandés con cosillas diferentes), no es precisamente una “ciudad estudiantil” de todos los estudiantes de intercambio hay solamente tres estadounidenses, como diez brasileños, un cubano y una mexicanita. Los demás son asiáticos y europeos (la mayoría españoles). Es un interesante ya que ni aunque le busque voy a encontrar a alguien que comparta los mismos shocks culturales que yo. El más relevante que recuerdo fue cuando mi amigo Taiwanés, Alan, se quejaba porque el 99% de la población en su país se gradúa de la universidad. O ver banderas gay que dicen PEACE en una plaza principal de uno de los lugares turísticos más importantes de Bélgica (Brujas) dónde al mismo tiempo hay siete iglesias alrededor.

Estación de tren en Brujas poco después de que secuestraran mi celular.

Yo vivo en un “kot”, una pequeña casa de estudiantes con 16 cuartos y todo lo que un joven estudiante puede necesitar. La verdad, me fascina, somos 13 niñas y 3 niños, todos son belgas excepto dos chicas que son de Holanda, de que aprendo holandés, aprendo. Hay 4 personas en mi kot que tenemos gemelo y todos viven separados de su respectivo. Todos sin excepción han sido increíblemente amables conmigo, decoran sus cuartos increíble, son respetuosos y sociables. Tuve una suerte muy grande de caer en esta casita es muy unida y a veces hacen reuniones donde invitan a pasadas generaciones del kot ya que tiene un ambiente muy padre que los hace regresar y estar en contacto. Los estudiantes Flamencos los fines de semana regresan a sus pueblos (como en Puebla los que van a Veracruz y parecidos, pero TODOS los fines). Mi kot está en Diepenbeek una “ciudad” que está a un lado de Hasselt, todos mis amigos me dicen que vivo muy lejos (4km del centro de Hasselt) tenemos ideas muy diferentes de las distancias. Pol, mi kotmate es de la parte Francesa de Bélgica, me dijo que hay un mexicano viviendo con sus papás ahora y el fin pasado le robo unos muecas para mí. Nos prepara té, café o capuchino a todos los que estén en la casa y aunque no lo aparenta es muy extrovertido. Lisa es una chica holandesa que es parte de una sorority, resulta que en Hasselt es muy popular formar parte de estos grupos ya que organizan “las mejores fiestas”. Me enseñó una cerveza que es considerada “para niñas” y tiene más de 8% de alcohol (yatúsabe). Es muy linda y es la que trata de traducirme todo y de invitar a los de la casa a eventos dentro y fuera del kot. Lo único malo del kot es que a veces es frustrante que no nos entendemos muy bien, un día llego Lotte una chica con pelo muy cortito y con bonita sonrisa, llorando a mares porque acababa de cortar con su novio (ella no habla much inglés) me sentía muy impotente porque no podía hablar con ella, algunas veces me siento solita por eso pero siempre puedo ir con mis amiguitos de las residencias en Hasselt cuando no me hayo.

Las vaquitas que viven enfrente de mi casa.

Definitivamente lo que más me ha gustado de llegar a Bélgica es la gente, es muy padre poder compartir sobre diferentes culturas y aprender uno del otro, a veces me cacho a mi misma sonriendo tanto que me duelen los cachetes solo por escuchar cosas tan simples como que les gusta cocinar o lo que esta de moda en sus respectivos países. Los chicos del Erasmus Student Network siempre están a nuestra disposición y nos organizan cosas padres como BBQ’s fiestas y paseos. Kevin es el presidente, es muy amigable y tiene un humor bastante peculiar (ya está harto de mi porque le pido ayuda de todo). Mi amiguita Kati es mi favorita es austriaca y es increíblemente buena amiga, le encanta preguntarme cosas de México (y como a mi casi no me gusta hablar) hablamos por horas. Ruth es catalana y fue mi primera amiga, está muy guapa y ríe mucho. Xenia y Nuria también son catalanas, a Xenia le encantan las fotos y abrazarme cuando me siento mal. Beyza es una chica muy linda de Turquía que siempre tiene una sonrisa en la cara y cocina una sopa muy buena. Chiara es una italiana con mucho estilo y aunque parece muy seria siempre se ríe de mis chistes malos. Nicole es una española que le encanta hablar como mexicana y ella y Ruth me llaman guácala. <3 Rafa es un español que también tiene un gemelo que vive en Bruselas, todo el tiempo me hace reír.

Xenia, Beyza, Nuria y yo

Chiara, Andrea, Ruth y Nuria

Más seguido de lo que esperaba me preguntan si México es muy peligroso, al principio daba una larga explicación, ahora ya tengo planeado lo que contesto para no andar convenciendo a alguien de algo que realmente no puede entender. Soy la única mexicana que ha pisado Hasselt/Diepenbeek en los últimos dos años o incluso la primera mexicana que la mayoría de estas personas conocen, y entiendo que es difícil tratar de decir lo correcto siempre o de cambiar un estereotipo que han tenido durante toda su existencia, simplemente creo que de mis actos depende que se den cuenta que los mexicanos somos personas normales, “iguales” a ellos, que escuchamos la misma música, que nos gusta hacer las mismas cosas, aprender, viajar y tenemos preocupaciones similares. Siento bonito cuando alguien me dice que va a visitar México.

Mi escuela se llama PXL es casi nueva y antes solían ser dos diferentes universidades que se unieron. Tienen una campaña parecida al FactorTec que se llama el Xfactor, la verdad no soy fan de las clases y son un poco desorganizados pero las instalaciones son bonitas, tienen un billar en el campus, instrumentos para quien quiera tocar cuando quiera por todos lados, la comida es buenísima y venden cerveza (¿Alguien dijo primer mundo?). Yo creo que en verdad el Tec no tiene nada que pedirle a la Universidad en Bélgica. (extraño a mi Tec)

Ayer fue mi noche favorita desde que llegue a Europa, el Student Take-off donde toda la chaviza de Hasselt y Diepenbeek se une en el Grote Markt del centro para un festival de música, había un bungee gratis (no me subí :( ), mucha cerveza, juegos como saltar la cuerda, y muy buenos músicos de fondo. Después de sobre analizar a la gente con la que convivo diario me doy cuenta que en realidad los europeos no son fríos, simplemente les gusta un poquito más su espacio personal y no les gusta mucho eso de expresar tan pasionalmente sus sentimientos como a los mexicanos. Algo de lo que también me di cuenta es que los europeos y en especial los belgas, realmente no tienen un sentido de nacionalismo tanto como los mexicanos, casi nadie aprecia su país como (yo creía) era lo normal. Todos los belgas que conozco me preguntan "¿porqué Bélgica si es un país aburrido?, y esta forma de pensar tiene mucho que ver con que los belgas no les gusta eso de depender uno del otro, tienen una forma de gobernar el país bastante extraña, solo con decir que tienen tres idiomas oficiales habla mucho de su sentido de independencia. Cada region tiene su propia bandera e incluso estuvieron más de un año sin gobierno, algo que me parece increíble. Pero bueno, algo de lo que si están muy orgullosos es de sus cervezas.

Antes del Student Take off

Durante el student take off: de adelante para atrás Kati (Austria), Ana (España), Connie (Austria), Rafa (España), Tizianno (Italia), Diana (España)

Hace poco leí algo que me gustó mucho: Mientras viajan las personas al conocer tanto se quedan sin habla y cuando terminan de viajar se vuelven contadores de historias (algo así). Espero poder contarles más de vez en cuando como se vive en suelo primermundista. Mi mamá siempre me dice que no me ría tan fuerte y cuando visité a Monse en Holanda se avergonzaba un poco de mi risa. Un día mi abuelita me dijo que le encantaba mi risa, a mí también me gusta aunque aquí alguna gente se asusta cuando voy, por ejemplo, en el comedor de la escuela riendo pero siempre me dicen que les caigo bien porque siempre estoy feliz. Y sí, sí que lo estoy.

No se olviden de mandarme mensajitos ya sé que tuvieron su semana i pero den señales de vida.

Vengan a visitarme.

De Bélgica pal mundo, los quiere Maggie.


 
 
 

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Margarita, como la pizza

Mujer pequeña, viviendo en un pequeño país, contando historias en su pequeño blog.

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