La ciudad de los canales, la ciudad de Amélie Poulaine y la ciudad de Kafka.
- Maggie Alvarado Alvarez
- 9 nov 2016
- 4 Min. de lectura
Como ya se habrán dado cuenta me tome unas pequeñas vacaciones. Llevaba un buen rato planeando a dónde ir, a dónde llegar, con quién ir, cuándo y porqué. Fue interesante porque nunca había planeado algo así pero al final todo se acomodó a la perfección.

Estoy cansadísima, no se imaginan pero mi felicidad es directamente proporcional a las ojeras que me cargo (oséase muchas). Siento que viví tres meses en menos de 10 días y mi cabecita está tan llena de nueva información, anécdotas, historias, lugares, paisajes, risas que me siento como otra persona (ay ya).
Mi aventura empezó el viernes 28 de octubre a las 5 de la mañana, mi amiga Chiara y yo tomamos un autobús hacia Ámsterdam. Creo que deje una partecita de mí en ese lugar, les juro que podría vivir ahí toda mi vida, es simplemente mágico. Yo recordaba París como mi ciudad favorita hasta que pisé Ámsterdam. Me quedé con mi buen amigo Enrique ya que fue tan amable de hospedarnos a mí y a Chiara por tres noches y también nos dio un tour muy completo de la ciudad con servicio de fotógrafo incluido. Ya extrañaba convivir con mexicanos.

OLA desde Holanda ja ja salu2




El propósito de Ámsterdam, además de pasear por los puntos turísticos obviamente, fue una fiesta de Halloween, organizada por el ESN. La verdad no fue nada especial, como que a los europeos no les gusta mucho disfrazarse y no se les da mucho eso de la bailada. Pero claro que me la pasé increíble. Conocí a un chico de Ámsterdam llamado Matheijs que me enseñó un parque y un “bruin cafe” (que se traduce a café café) es un lugar típico en Ámsterdam por dentro todo es de madera, son bonitos y cómodos. Les cuento que mi propósitos desde que llegué es conocer a por lo menos una persona que viva en la misma ciudad que visito.
JaloWin

Tomarse foto en las letras de I AMSTERDAM descripción gráfica:

Puebla takes Amsterdam

Puerta del cuarto de Enrique

Mathijs




Bruin cafe
La siguiente parada fue Francia, sentí que estaba traicionando París cuando llegue a Ámsterdam pero al regresar, me acordé porque me había enamorado tanto de esta ciudad. A demás de que soy súper cursi soy un cliché andante y por supuesto que mi película favorita es Amelié Poulain. Para mi sorpresa el lugar donde me quedé a dormir estaba a la vuelta de Montmartre, donde pasa una escena muy importante de la película, no me quería mover sentía que flotaba. Caminar por las calles de París y escuchar a la gente hablar francés es definitivamente mi pasatiempo favorito. En Francia me quedé con mi amigo Kike quien me presentó a sus amigos y la pasamos bomba. Después fuimos dos días en Lille, en sólo un par de horas recorrí toda la ciudad y me di cuenta que es muy interesante pasear sola por un lugar nuevo porque no tienes que esperar a nadie y puedes hacer lo que quieras sin preocuparte de los demás.

oui oui

Le fabuleux destin d'maggie

Kike y yo

Entrandole al McDonald's

Lille:



Última parada: Praga
No me cabe en palabras todo lo que viví en Praga. Es otro mundo. Creo que lo disfruté más que los otros lugares porque me quedé cinco noches con las mejores personas para visitar nuevas ciudades; mis amigas europeas. Cinco noches de risas super fuertes, de cosas perdidas y cosas recuperadas. De Museo de Kafka, de mucho frío, de cisnes y de pies entumidos, de aprenderme todas las paradas del tram y de probar cerveza checa. De reencontrarme con Prokop y Jakub (mis amigos checos que conocí en Mexico), de comida checa muy buena (pero no tanto como la mexicana). De fotos, de vino caliente, de vistas increíbles y de no dejar de sonreír.

Happy happy happy

Mis mejores

Casi me muerden

Beyzita

Charles Bridge

Comida Checa

Vino caliente

Trdelnik de amor verdadero

No alcanzo el tram


Foto de Jakub de bebé
Praga se robó un pedacito de mi corazón, nunca había conocido un lugar como Praga y es, al mismo tiempo, el lugar más lejano de México en el que he estado.

Foto horrible de la vista hermosa de Praga
Se siente bien padre regresar al kot y sentirme como que estoy en casa, extrañé mucho a mis roomies y son los más interesados en saber mis historias. Aquí unas fotos que tomamos la semana pasada antes de una fiesta súper cotizada en Diepenbeek para que no digan que no cumplo mis promesas. En otras noticias desde que pisé Bélgica no ha parado de llover, ya le estoy dando uso al paraguas y solo me he caído una vez de la bici. Tengo mucha tarea y pronto me va a venir a visitar Susy, soy la más feliz.
Lisa

Pol

Kot goals (soy la más morena)

Esta semana fue una experiencia increíble y me acordé de porque me gusta tanto viajar con mi familia, los extrañe en este viaje. Pero el aprendizaje más importante que tuve es que no se puede decir que algún lugar es mejor que otro, o en mi caso, escoger una ciudad favorita, ya que es imposible comparar todo lo que cada rinconcito del mundo tiene por ofrecer. No puedes comparar la arquitectura de París con los colores y paisajes de Ámsterdam. Las playas de Cancún con el cielo de Praga. Los músicos del puente de Charles a los músicos del metro en París. Los parques llenos de hojas en Lille a los edificios más altos en Nueva York. Viajar es el mejor regalo que me han dado mis papás. Y no puedo estar más agradecida con la vida de poder conocer un poquito más del mundo. Me da la ansiedad pensar que no puedo vivir en todos lados al mismo tiempo. Pero como me gustaría.
Me llevo un poquito de cada lugar conmigo y dejé un poquito de mí también.
Extraño mucho México, más de lo que me imaginaba, por favor platíquenme cómo han estado y gracias a los que siempre están en contacto. Felicidades a mis amigos de hip hop por su primer lugar y a mi equipo de Jazz, los amo con todo mi corazón estoy muy orgullosa y me encantaría estar ahí con ustedes.
De Bélgica pal mundo, los quiere Maggie.

Comments